Lunes positivo - Disfunción Erectil
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil o
impotencia erigendi (con frecuencia aún llamada en español
incorrectamente impotencia, que técnicamente ya no es el término
aceptado por los especialistas en sexología) es la incapacidad repetida de lograr o
mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.
Contexto
La palabra impotencia
también puede usarse para describir otros problemas que interfieren con la relación sexual y con la reproducción, tales como la falta de deseo sexual (véase libido)
y los problemas con la eyaculación o con el orgasmo.
El uso del término disfunción eréctil deja en claro que esos otros
problemas no están implicados.
La disfunción eréctil (o DE)
puede ser una incapacidad total para lograr una erección, una capacidad
inconsistente para hacerlo, o una tendencia a tener solamente erecciones
breves. Estas variaciones hacen difícil definir la DE y calcular su incidencia.
Los cálculos varían desde 20
hasta 30 millones de casos, según la definición usada. De acuerdo con la
encuesta de Atención Médica Ambulatoria Nacional (NAMCS, siglas en inglés), por cada
1.000 hombres en EE.UU., se hicieron 7,7 visitas al consultorio médico
por DE en 1985. En 1999, la frecuencia casi se había triplicado a 22,3. El aumento se produjo
de modo gradual, presuntamente a medida que se pusieron a disposición más
ampliamente tratamientos tales como los dispositivos de vacío y los
medicamentos inyectables y comenzó a aceptarse la discusión de la disfunción
eréctil. Es posible que el avance más publicitado fuera la introducción del
medicamento oral citrato de
sildenafil (Viagra) en marzo de 1998.
Los datos de NAMCS sobre medicamentos nuevos muestran un cálculo de 2.6
millones de menciones de Viagra en visitas al consultorio médico en 1999,
y un tercio de esas menciones tuvieron lugar durante visitas para un
diagnóstico no relacionado con DE.
Causas
de la disfunción sexual
En los hombres mayores, la DE generalmente
tiene una causa física, como una enfermedad, una lesión o efectos secundarios
de medicamentos. Cualquier trastorno que cause una lesión en los nervios o que
deteriore el flujo de sangre al pene puede causar DE. La incidencia aumenta con
la edad: alrededor del 5 por ciento de los hombres de 40 años de edad y entre
el 15 y el 25 por ciento de los hombres de 65 años de edad experimentan DE.
Pero la disfunción eréctil no es necesariamente una parte inevitable del
proceso de envejecimiento.
Debido a que una erección
requiere una secuencia precisa de eventos, la DE puede presentarse cuando
cualquiera de tales eventos se interrumpe. La secuencia completa incluye los
impulsos de los nervios en el cerebro, en la columna vertebral y en el área
alrededor del pene, así como las respuestas de los músculos,
los tejidos fibrosos, las venas
y las arterias en y cerca de los cuerpos cavernosos del pene.
La causa más común de DE es el
daño a los nervios, a las arterias, a los músculos lisos y a los tejidos
fibrosos, a menudo como resultado de una enfermedad. Enfermedades tales como la
diabetes, afecciones del riñón, alcoholismo crónico3 , esclerosis múltiple, arteriosclerosis, psoriasis,
enfermedad vascular
y enfermedad neurológica son responsables de alrededor del 70 por ciento de los
casos de DE. Entre el 35 y el 50 por ciento de los varones con diabetes padecen
DE.
También una cirugía
(especialmente la cirugía radical de próstata
debido a cáncer) puede lesionar nervios y arterias cerca del pene, y causar DE.
Una lesión en el pene, en la columna vertebral, en la próstata,
en la vejiga y en la pelvis
puede llevar a DE, y producir lesión en los nervios, en los músculos lisos, en
las arterias y en los tejidos fibrosos de los cuerpos cavernosos.
Además, muchos medicamentos
comunes -medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, supresores del apetito y cimetidina (un medicamento para la úlcera)- pueden causar DE como efecto
secundario.
Los expertos piensan que
factores psicológicos, tales como el estrés,
la ansiedad, la culpa, la depresión, una baja autoestima y el miedo a no desempeñarse
en el coito como se espera causan del 10 al 20 por ciento de los casos de DE.
Los hombres con una causa física de DE a menudo experimentan el mismo tipo de
reacciones psicológicas (estrés, ansiedad, culpa, depresión).
Otras causas posibles son el tabaquismo, que afecta el flujo sanguíneo en las venas y en las arterias, y anormalidades
en las hormonas, como por ejemplo una cantidad insuficiente de testosterona. El incremento de prolactina que pueden producir algunos fármacos como los ansiolíticos y antipsicóticos (risperidona, olanzapina, haloperidol) puede provocar también disfunción eréctil. Las
causas hormonales suelen afectar asimismo la libido.
Tratamiento
de la DE
La DE es tratable a cualquier
edad, y el conocimiento de este hecho ha ido creciendo. Más hombres han buscado
ayuda y regresado a la actividad sexual normal debido a tratamientos mejorados
y exitosos de la DE. Tradicionalmente los urólogos,
quienes se especializan en problemas de las vías urinarias, han tratado la DE;
sin embargo, los urólogos sólo son responsables del 25 por ciento de las
menciones de sildenafilo en 1999.
En general, los especialistas
en medicina familiar (médicos de cabecera especializados) son, junto
a los urólogos, los cardiólogos y los psiquiatras, los mejor formados para la valoración, manejo
y tratamiento de la disfunción eréctil. Las principales ventajas que aportan
frente a los demás especialistas son la visión integral del paciente, la
proximidad, la accesibilidad y la capacidad para la entrevista clínica.
Causas
de la disfunción eréctil
Pueden aparecer combinadas:
- Orgánicas: son las de origen anatómico, genitourinario, urológico (lesiones congénitas del pene), endocrino (diabetes), infeccioso, neurológico (lesiones cerebrales, lesiones medulares), vascular (arteriosclerosis) o farmacológicas (por el consumo de sustancias adictivas: alcoholismo, tabaquismo, algunos medicamentos, sustancias adictivas ilegales) (constituyen el 15 por ciento de los casos).4
- Traumáticas: una fractura de la pelvis, por ejemplo.4
- Psicológicas: debido a factores afectivos, de desarrollo, interpersonales, de conocimientos, ansiedad, miedo al fracaso, sentimientos de culpa, infidelidad, eyaculación precoz previa, inseguridad emocional, etc.4
La DE se puede presentar por
alteración de uno o varios de los tres mecanismos responsables de la erección:
bloqueo de las arterias; incapacidad de los vasos sanguíneos dentro del pene
para almacenar la sangre, o daño en los nervios del pene o del área pelviana.
También pueden ser responsables de una DE otras disfunciones fisiológicas, como
bajos niveles de hormona masculina (testosterona).
Las situaciones que más
frecuentemente producen DE son: enfermedades que afectan a los vasos sanguíneos
y restringen el flujo sanguíneo hacia el pene, como la diabetes, la
hipertensión (tensión arterial alta), el exceso de colesterol o las
enfermedades cardíacas. Situaciones que interrumpen la conexión entre el
sistema nervioso y el pene, como la cirugía de próstata o lesiones traumáticas
en la zona. Muchos medicamentos (algunos de ellos empleados para tratar la
hipertensión y las depresiones) causan DE entre los efectos secundarios no
deseados. Depresión nerviosa.
Factores
de riesgo
Los hábitos de riesgo que
pueden conducir a que se desarrolle DE son: el consumo de sustancias adictivas
legales (tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol) o ilegales, el estrés. Un
indicador de la DE física, en contraposición con la psicológica, es la
incapacidad de experimentar o mantener una erección al despertarse por la
mañana. La DE que persista por más de tres meses y que no sea debida a un
suceso estresante evidente, al consumo de sustancias adictivas, al consumo de
alcohol o a afecciones médicas transitorias que causan DE señala la necesidad
de recibir atención médica por parte de un urólogo.
La
DE y el envejecimiento
Existen muchos malentendidos
en este tema. Como resultado del proceso de envejecimiento, suele haber un
periodo refractario mayor —tiempo necesario para una nueva erección después de
un orgasmo. La edad también parece afectar el tiempo necesario para excitarse y
para la erección y la eyaculación. Todos estos se consideran cambios no
patológicos. Sin embargo, la sexualidad no tiene fecha de caducidad. Si la DE
se da más en personas mayores, es sólo porque es más probable que sufran
enfermedades asociadas a la DE y que usen más medicamentos que alteren la
función eréctil.
Tratamientos
de la disfunción eréctil
Menos del 10 por ciento de los
hombres que sufren DE buscan ayuda médica. Al enfrentarse con la DE, es
frecuente que se desmoralicen, que se depriman o que busquen tratamientos
milagrosos. Existen innumerables remedios populares que se deben considerar con
toda cautela y escepticismo. Actualmente existen muchos tratamientos eficaces y
muy seguros, aunque en ningún caso mágicos.
La modalidad del tratamiento
viene dictada por el problema específico que causa la disfunción eréctil. El
primer paso es definir la causa, si es posible, y luego intentar la solución
más sencilla y menos arriesgada. En síntesis, las distintas alternativas
terapéuticas incluyen una o varias de las siguientes:
- Cambiar los hábitos de vida que afectan a la salud de las arterias y venas: dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol y de grasas, hacer algo de ejercicio y aprender a relajarse.
- Cambiar o reducir los medicamentos que puedan estar provocando DE, como algunos antidepresivos, diuréticos y betabloqueantes.
- Psicoterapia y terapia conductual. Independientemente de la causa de la DE, se recomienda para todos los pacientes alguna forma de terapia psicológica, conductual, sexual o de combinación, generalmente asistidos por su pareja, sea ésta hombre o mujer.
- Terapia transuretral y de inyección. Consiste en inyectar medicamentos en el tejido eréctil para relajar los músculos lisos del pene y permitir que tenga lugar la erección. Está indicada en algunos casos de DE. Los medicamentos inyectados suelen ser asociaciones de papaverina-fentolamina, o bien alprostadil (prostaglandina E1). Las reacciones adversas son generalmente menores, pero pueden incluir erecciones prolongadas y dolorosas (priapismo; véase príapo). Una alternativa a las inyecciones es un dispositivo de plástico para aplicar estos medicamentos a través de la uretra. Aunque más seguras y menos costosas que los tratamientos quirúrgicos, estas terapias tienen una tasa alta de abandonos, ya que la pérdida de espontaneidad hace perder interés en el procedimiento. Las sustancias vasoactivas son sustancias que, introducidas a través de la uretra o inyectadas en los cuerpos cavernosos del pene, producen una erección que permite una buena relación sexual. Pueden utilizarse una o dos veces por semana. Antes de empezar el tratamiento es importante hacer las pruebas necesarias para conocer la respuesta a dichas sustancias.
- Los medicamentos orales que estimulan la actividad de la dopamina en el cerebro pueden aumentar el deseo sexual y con ello facilitar la erección. Con este fin se han comercializado pastillas sublinguales de apomorfina.
- Sildenafilo (Viagra). Aprobado para su uso en Europa y en los Estados Unidos, es el medicamento oral que ha mostrado resultados más prometedores en la DE. En los estudios realizados, el sildenafilo mejoró las erecciones en 3 de cada 4 participantes (~75%), comparado con sólo 1 de cada 4 que mejoraron al tomar un placebo; con sildenafilo, uno de cada tres intentos de coito fue un éxito —comparado con sólo 1 de cada 5 intentos en pacientes con placebo. El sildenafilo aumenta la concentración del GMP cíclico, que se produce en el pene durante la actividad sexual y que incrementa el flujo sanguíneo. Así, el sildenafilo eleva el flujo peneano de forma natural, de modo que la estimulación sexual causa erección. El sildenafilo no es, pues, un afrodisíaco ni una hormona ni un producto que cause por sí mismo erección, sino que sólo ayuda a conseguir una erección cuando existe estimulación sexual. El sildenafilo se toma "a demanda" –sólo cuando se desea–, y su acción comienza en 30 minutos y dura hasta 4 h. No se recomienda más de una tableta al día. Los efectos colaterales incluyen molestias digestivas, dolores de cabeza, enrojecimiento facial y dolores musculares, y, en un 3 por ciento de los pacientes tratados, alteraciones de la visión. Como otras sustancias para tratar la DE, el sildenafilo está contraindicado en caso de enfermedades cardíacas y, sobre todo, jamás debe asociarse con los medicamentos llamados nitratos (por ejemplo, la nitroglicerina que se usa bajo la lengua para tratar la angina de pecho); en asociación con sildenafilo, los nitratos pueden bajar la tensión arterial bruscamente hasta niveles peligrosos.
- Tadalafilo (Cialis®) y Vardenafilo (Levitra®). Dos fármacos de la misma familia del sildenafilo (inhibidores selectivos de la fosfodiesterasa tipo 5).
- Yohimbina. Empleado como medicina popular durante años, actualmente existe evidencia de que puede mejorar la erección en un tercio de los hombres con DE leve, sobre todo en combinación con el antidepresivo trazodone.
- Tratamientos hormonales. La terapia con testosterona está indicada sólo en hombres con hipogonadismo (niveles bajos de testosterona, la hormona masculina). Puede utilizarse por vía oral o en parches. La testosterona no se recomienda nunca para hombres con niveles no patológicos de hormona masculina; en éstos puede mejorar el impulso sexual, pero a costa de causar daños sobre la próstata y el hígado, a veces irreversibles. Cuando la DE se debe a niveles excesivos de la hormona prolactina, puede ser útil el medicamento bromocriptina.
- Otros: se han utilizado, con distintos grados de éxito, medicamentos como pentoxifilina (Elorgan®), naltrexona —un antídoto de la heroína y la morfina— o el antihipertensivo minoxidil.
- Dispositivos de aspiración (bombas de vacío). Colocación del pene en un cilindro plástico hermético, donde se crea a continuación un vacío, lo cual causa que la sangre fluya hacía el pene. Después se asegura una banda alrededor de la base del pene para retener la erección, y el cilindro se retira. La falta de espontaneidad de este método es el inconveniente principal.
- Implantes peneanos. Tres tipos de implantes se emplean actualmente para el tratamiento de la disfunción eréctil; todos ellos deben implantarse quirúrgicamente: implantes hidráulicos, prótesis e implantes plásticos hinchables. Aunque muchos pacientes se han beneficiado de la cirugía del implante, éste es un procedimiento irreversible; el tejido eréctil se lesiona de forma permanente cuando se implantan estos dispositivos. En el momento actual ha caído en relativo desuso, a expensas de métodos menos arriesgados y menos costosos. Son unos cilindros de silicona (sustancia no rechazada por el organismo), de estructura anatómica, dos de los cuales se introducen en los cuerpos cavernosos del pene y producen la rigidez necesaria para una buena y adecuada relación sexual. Existen diferentes vías y técnicas para implantar la prótesis; la intervención dura aproximadamente 45 minutos. Mediante una incisión de la piel de 3-4 cm en la parte inferior del pene y en la raíz del escroto, se llega a los cuerpos cavernosos, donde se colocan las dos prótesis correspondientes, con un porcentaje de complicaciones mínimo. Todo ello con anestesia local o regional. Al ser una cirugía poco agresiva, el postoperatorio no requiere cuidados especiales; el paciente puede abandonar la clínica entre 12 y 24 horas después de la intervención, y a las 3-4 semanas de adaptación se puede reiniciar la vida sexual sin dificultades en la erección.
- Cirugía vascular. Para los hombres cuya disfunción eréctil sea causada por problemas de las arterias o las venas del pene, la cirugía vascular puede ser una opción. Se practican dos tipos de operaciones:
- Cirugía de revascularización (anastomosis): conexión de una arteria de la pierna con las arterias del dorso del pene, con lo que se desvía cualquier bloqueo y aumenta el flujo sanguíneo.
- Ligadura venosa: se realiza cuando el pene no puede almacenar una cantidad suficiente de sangre para mantener una erección. Se atan o se extirpan las venas que están causando un drenaje excesivo de sangre del pene.
- Afrodisíacos y tratamientos alternativos. Los afrodisíacos son sustancias que supuestamente aumentan el impulso, el deseo y el desempeño sexual. La leyenda ha atribuido cualidades afrodisíacas a alimentos como los chiles, el chocolate, el regaliz, la manteca, las anchoas, las ostras y las vieiras. El "Spanish fly" o cantáridas, hecho de escarabajos secos, es el afrodisíaco más "famoso" y es particularmente inútil y nocivo.
Prevención
de la DE
Cambiar los hábitos de vida
que afectan a la salud de las arterias y venas: no fumar, moderar el consumo de
alcohol y de grasas (particularmente grasas saturadas), hacer algo de ejercicio y aprender a
relajarse.
Muchos especialistas opinan
que una de las medidas preventivas más efectivas consiste en hacer el amor
frecuentemente con una pareja afín, buscando el placer. Aunque no tiene que ser
necesariamente con una pareja estable, recomendación que sí es necesaria para
reducir las probabilidades de contagio de una infección de transmisión sexual, pero no un requisito absoluto para el buen desempeño en el coito.
Soluciones a corto y largo plazo
Existen varios tratamientos para solucionar este trastorno, pero no en todos los casos son efectivos. Las situaciones más difíciles se dan cuando la disfunción se presenta como manifestación secundaria de una enfermedad. Las opciones para recuperar ese vigor masculino pueden ser medicamentos perecederos, es decir, que su efecto sólo dura un par de horas o poco más, y no significa que el consumidor pueda tener una mejora a futuro.La alternativa más reciente ofrece una duración de 36 horas , agrega el urólogo Aquino. No obstante, los precios de estos productos oscilan entre los Q60.00 y Q125.00, por lo que no son accesibles para el total de la demanda masculina. Es indispensable que se administren bajo control médico, ya que no se recomiendan a personas que han sufrido un infarto o padezcan de alguna enfermedad coronaria.
Otra alternativa para solucionar la disfunción eréctil es por medio de prótesis peneanas, que existen de tipo rígido y permeable y se colocan de forma permanente en el órgano genital, comenta Aquino. El riesgo que corre un paciente es que su organismo rechace el material y se produzca una infección, ya que la operación es irreversible.
* Cuerpos cavernosos: Tejido del pene, semejante a una esponja que tiene innumerables cavernas minúsculas. Cuando el hombre recibe un estímulo de tipo sexual, la sangre invade esas cavidades antes vacías y el pene se endurece y yergue. Diccionario Temático: Sexualidad. Editorial Everest, S.A.
La disfunción eréctil también puede darse como efecto secundario por el consumo de algunos medicamentos, como los ansiolíticos y antidepresivos; el exceso en el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
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