Asi sea




¡Cómo añoro sentir el despecho de los celos!
¡Dulce torrente de acido quemando y transformando todo a su paso!
¡Cómo desearia volver al dolor primero para describirlo,
paladearlo, envenenar mis deseos más oscuros,
Oh!, Alma mía complacida en la indiferencia de no amar a nadie!
 Ser por un momento mujer u hombre o ambos,
llorar la pena, el abandono,
sentir latir el corazón y la sangre!
Venderme la ídea de que la vida es esto
 y que vivir así valdra la pena.
Amén.


Escrito Pieladentro por Claudia Contreras

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