Martes de literatura - José Carlos Becerra





NOTA BIOGRÁFICA

José Carlos Becerra nació el 21 de mayo de 1937 en Villahermosa,
Tabasco. Estudió los primeros años de la carrera de arquitectura en la
UNAM para finalmente abandonarla y dedicarse por entero “al servicio de
la literatura”. Becario de la Fundación Guggenheim, el poeta partió a
Nueva York en 1969 y de ahí a Europa, en donde perdió la vida en un
accidente automovilístico mientras manejaba solo hacia Brindisi para
embarcarse con destino a Grecia, el 27 de mayo de 1970.
En vida publicó los siguientes libros:
Oscura palabra, Ediciones Mester, 1965.
Oscura palabra, en el volumen colectivo Poesía joven de México, de
Alejandro Aura, Leopoldo Ayala, José Carlos Becerra y Raúl Garduño,
Siglo XXI Editores, 1967.
Relación de los hechos, Ediciones Era, 1967.
Oscura palabra y otros poemas, en Poesía joven de México (con nuevos
poemas), segunda edición aumentada, Siglo XXI Editores, 1969. Los
otros poemas son “La venta” y “Poemas de un libro en formación”: (el
rey), (el ingenioso hidalgo — dibujo por J. L. Cuevas), (el heredero).
Fotografía junto a un tulipán, prólogo a Andrés Calcáneo Díaz, libro de
poemas y retratos editado privadamente por María de los Ángeles Calcáneo Becerra, Imprenta Madero, 1970.
En 1973, Ediciones Era (México), publicó una edición póstuma de su
obra poética (1961-1970): El otoño recorre las islas, prólogo de Octavio Paz. Edición preparada por José Emilio Pacheco y Gabriel Zaid.






CARTA AL POETA JOSÉ CARLOS BECERRA
MUERTO EN LA CARRETERA DE BRINDISI

Al escribirla pienso en la muerte de amor que danza en
el sueño de Quevedo.
Era el momento de la conjuración de todas las piedras
del camino.
Lo oportuno era dar marcha atrás y regresar a la
ciudad de ámbar.
Sin embargo yo sé que no podías dejar el viaje y sé
también que la llegada no era el objeto del camino.
Lo que buscabas era llevarte en los ojos todos los
árboles, los ríos, los pájaros que pasaban al lado de tu
viejo automóvil y que formaban parte de tu cuerpo.
Ahora sé por qué preguntabas los nombres de los
árboles y por qué querías aprender a conocer el canto
de los pájaros.
Estabas lleno de ceibas, de tulipanes, de todas las
creaturas del reino vegetal. Tú, como Pellicer, nacido
en esa tierra-agua de Tabasco escuchabas el silencio
de la creación.
Te conocimos ya muy tarde, pero pronto te conocimos y aprendimos con gozo a amar los ojos con que
veías el mundo.
Todos los días regresabas de tu casa de un día con
un asombro nuevo, con un nuevo motivo para mantener abiertos los ojos. Ibas siempre a decir algo: el cuadro de Turner en la Tate Gallery, un fragmento de
sueño de Quevedo, la noche dedicada a Bogart en el
National Film Theatre. —Casa Blanca a las 4.30 a.m.,
café y galletas a las 6 a.m.
Otra noche hablaste de Quiroga hasta que las ocho
de la mañana se desprendieron de los edificios de Park
Lane.
Como tu compromiso era con la pureza extemporá-
nea, con la más arriesgada de las honestidades, hablabas con asombrado amor de la flor amarilla, de todos
tus amigos, de tu infancia, de los seres vivos en tus
 mitos tabasqueños, de las mujeres en que te habías ido
quedando, de las cosas de México que tanto te dolían…
Ahora, con tu muerte, el río de las palabras ha disminuido su caudal.
No exagero, poeta. No hago tu elogio fúnebre. (La
oratoria te daba desconfianza, bien lo sé.) Digo todo
esto dando una cabriola de cine mudo, saludándote
con mi vieja corbata.
La vida sigue sin ti, hermano, pero ya no es la misma ni lo será ya nunca para los que te amamos.
Nos hemos quedado con lo que nos dijiste. Gracias
por tus asombros, por esa diminuta certeza de alegría
que a todos repartiste.
Hablaremos de ti como se habla de esos ausentes
dones que un día nos da la tierra y que nos quita con
su inocente furia al día siguiente.

HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Hugo Gutiérrez Vega (Guadalajara, México, 20 de febrero de 1934 - ) es un abogado, poeta, escritor, actor, catedrático, diplomático y académico mexicano.
Fue miembro del Servicio Exterior Mexicano durante más de treinta y cinco años, fue agregado cultural o cónsul en Estados Unidos, España, Italia, Brasil, Rumania, Líbano, Chipre, Moldova y Puerto Rico.1 Fue también en la década de 1970 presidente del Comité de Apoyo a la Unidad Popular,2 y entre 1987 y 1994, embajador de México en Grecia.1
Ha escrito más de treinta y cinco libros de poesía y trece de prosa, algunos de los cuales han sido traducidos a diez idiomas. Es director del suplemento La Jornada Semanal. Impartió clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la Universidad Autónoma de Querétaro llegando a ser rector de esta última de 1966 a 1967.3 Fue director de la Casa del Lago entre 1974 y 1976,2 además de director de la Revista de la Universidad, así como director general de Difusión Cultural de la UNAM. Es miembro del Seminario de Cultura Mexicana.3
Fue elegido miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua el 10 de noviembre de 2011 para ocupar la silla XXXIV.
Londres, mayo de 1970


Material de lectura: Josè Carlos Becerra



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