Viernes el lado Oscuro de la independencia y sus heroes








Bien dicen que la historia la cuentan los vencedores... pero ¿Que hay detrás de lo que se dice como versión oficial? 


Muchos saben ya que Miguel Hidalgo no era un sacerdote ortodoxo, que

tenía más de una amante y por lo menos cinco hijos, pero pocos saben
que también permitió que se cometieran -y él mismo cometió- crímenes
atroces; que disfrutaba matar con saña a sus enemigos; que se enemistó
con sus aliados y que más de una vez olvidó que su causa era la
Independencia de México.

Para reflejar su historia integral y el "lado oscuro” del más popular
héroe de la Independencia, más conocido por el grito con el que llamó
a la insurgencia el 15 de septiembre de 1810, Eugenio Aguirre dedicó
años de investigación para realizar Hidalgo, una biografía novelada.
 Aguirre explicó que su obra no sólo busca hablar "de ese hombre del
que cuentan los libros de historia, la historia oficial", sino también
de "los desmanes que cometía Hidalgo, de su lado oscuro, de su
permisividad para que los insurgentes cometieran saqueos y asesinatos
de inocentes, sus titubeos en las batallas, su falta de pericia como
estratega militar".

Mucho hay de historia, un poco de ficción y otro tanto del propio
autor que, admite, comparte el "humor irónico y desfachatado" de quien
es considerado El padre de la patria.

"Era un hombre de mucha luz, muy divertido, amante del teatro, culto,
sensible a los problemas sociales, brillante, pero también un ser
humano con conflictos, internos, depresiones y caídas", dice el autor,
quien rechaza la imagen oficial del héroe "viejito y bonachón".

Lo cierto es que Hidalgo era un hombre acaudalado que, como muchos, se
vio afectado por las ambiciones de la Corona española que, con
"impuestos absurdos" los despojaba de sus riquezas.

Quizá  esta fue una de las principales razones por las que Miguel
Hidalgo se unió a la causa insurgente, para emancipar a México de
España.

"Hidalgo nunca buscó la conspiración, nunca buscó la lucha insurgente,
sino que fue la conspiración quien lo buscó y fueron por él, porque
era un personaje querido por todos los estratos sociales. Pensaron que
podría traer a la causa a los hombres ricos, poderosos de la Nueva
España que podían dar dinero y ejércitos que habían formado en sus
haciendas", explica Aguirre.

Así, gracias a su carácter lúdico y extrovertido, Hidalgo encabezó la
primera parte del movimiento independentista, y tras una serie de
derrotas, fue capturado y fusilado en Chihuahua en 1811.

La obra que inspiró parte de la reciente película Hidalgo, la historia
jamás contada, refleja el deterioro ideológico que fue sufriendo el
líder a lo largo de la batalla. Saqueos, masacres, violaciones
tumultuarias, torturas, todo fue permitido y auspiciado por el héroe.

"Estudió náhuatl para ir a las comunidades más lejanas a confesar a
los indígenas (…) Abrió empresas de cerámica y otras artesanías para
dar empleo en las poblaciones más pobres, pero al iniciar la batalla
descubrió esa otra parte oscura y terrible de sí mismo", dice el autor
de La cruz maya.

En opinión de Eugenio Aguirre, el título de Padre de la patria le
corresponde a José María Morelos, otro sacerdote y aprendiz de Hidalgo
que en el ámbito militar terminó superando al maestro.

"Morelos también tenía hijos y otros oscuros secretos, no era un
hombre impoluto, pero era el máximo estratega del movimiento. A él le
debemos la mayoría de las victorias de la época", agrega.

En su tiempo, Hidalgo luchó contra la esclavitud, contra las castas y
extrema pobreza que aquejaba a la mayoría. El México de hoy es
distinto, pero algunas carencias permanecen, según dice Aguirre.

"Quizás algo interesante es una falta de proyecto de nación que no se
ve ni se manifiesta y hace mucho daño al país. Hay muchos titubeos,
hoy como entonces, hay muchas actitudes entreguistas hoy como
entonces".

Agrega que, al igual que la Corona, el gobierno mexicano no ha sabido
controlar ni atender los movimientos sociales opositores, ni ha
logrado mantener la armonía entre la sociedad, marcada por la
desigualdad.

Sin embargo, Aguirre cree que aún tenemos mucho que festejar este 15
de septiembre, en el bicentenario del Grito de Dolores, que le dio la
gloria a Hidalgo.

"Festejar los hechos medulares de la historia me parece pertinente y
afortunado. Los pueblos que han sabido reconocer el mérito de su gente
más valiosa son los pueblos que se han desarrollado con mayor
atingencia".

El biógrafo sugiere no dejarse llevar "por las luces de colores y las
costosísimas fiestas", sino admirar con inteligencia a los líderes,
"no necesariamente héroes, que le abrieron paso a esta gran nación".


El padre de la patria

Sus principales virtudes como organizador de masas no eran militares,
sino parte de su carácter: su simpatía y su inteligencia.La
personalidad del cura Miguel Hidalgo y Costilla era arrasadora,
sostienen sus biógrafos. La madrugada del 16 de septiembre de 1810, el
cura congregó a unos 600 hombres en Dolores y se convirtió para la
historia en el “Padre de la Patria”.
hidalgoPinturasSPero este sacerdote nacido en 1753, en Pénjamo, y
luego jefe del Ejército Insurgente, no se estrenaba en la paternidad.
Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte,
nombre completo del insurgente, procreó cinco hijos: Mariano Lino,
María Josefa, Micaela, Agustina y Joaquín, a quiénes reconoció.El
hecho, aunque prohibido por el Derecho Canónico, podría ser
socialmente aceptado en esa época. En 1985, al cumplirse 175 años de
la Independencia, el Gobierno de Guanajuato reconoció a los hermanos
Rodrigo, Enedina, Mercedes, María, María Dolores, Germán, María
Esther, Víctor y Esperanza Vázquez Mendoza como la quinta generación
de descendientes directos del “Padre de la Patria”. Hoy sobreviven
tres: Mercedes, María Esther y Esperanza.
¡Viva Fernando VII? … ¿EL REY DE ESPAÑA?fernandovii

El Grito de Dolores es considerado el punto de arranque de la
Independencia de México del dominio español y cada 15 de septiembre se
escucha en todo el País. Sin embargo, el grito en su versión original
poco tiene que ver con el actual –más nacionalista- y mucho tiene que
ver con loas al entonces Rey de España: “¡Viva la Virgen de Guadalupe!
¡Abajo el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII!”, gritó Hidalgo a
proclamar la insurrección, que sería apagada pocos meses después.
¿Por qué gritó a favor de una monarquía de la que quería
independizarse? Los historiadores consideran que era su manera de
manifestar su descontento con la invasión napoleónica en España, que
había iniciado en 1808.

Fiesta y grito por decreto

El origen de los festejos del Grito de Dolores el 15 de septiembre y
no el 16, día en que ocurrió realmente, se remonta a la dictadura de
Porfirio Díaz. El oaxaqueño, también conocido como el “Llorón de
Icamole”, nació el 15 de septiembre de 1830, y decidió juntar los
festejos. En 1896, ya en pleno porfiriato, mandó trasladar la Campana
de Dolores a Palacio Nacional y decretó que la Independencia
coincidiera con su cumpleaños. Aunque antes de que Díaz adelantara el
Grito de Independencia era frecuente ver verbenas populares desde el
15, después de la caída del porfiriato por la Revolución Mexicana, se
mantuvo la celebración.



Un sepulcro para el heroe

Fray Servando Teresa de Mier fue uno de los ideólogos de la
Independencia, arengó contra la dominación española en cualquier
tribuna y combatió a las tropas realistas sin descanso, pero a pesar
de que murió en Palacio Nacional, los restos de Fray Servando Teresa
de Mier no han encontrado la paz de los sepulcros.

Fallecido en 1827, Padre Mier fue enterrado con honores en la
Parroquia de Santo Domingo, de la Ciudad de México. Pero en 1861, al
término de la Guerra de Reforma, el templo fue demolido. La momia de
Padre Mier, junto con otras 12, fue exhumada y exhibida como un cuerpo
víctima de la Inquisición.

Servando_Teresa_de_Mier

Unos dicen que la momia del “Primer Regiomontano Universal” fue
vendida a un aventurero que la llevó a Buenos Aires, otros a Europa,
lo cierto es que hasta ahora se desconoce su paradero.

Su historia, de fugas y extravíos, ha inspirado a muchos escritores
como el cubano Reinaldo Arenas quien la noveló en “El Mundo
Alucinante”.

Y el reconocimiento 15 años despues…
Aunque en México la Independencia se consumó en 1821, al otro lado del
Atlántico, el País no adquirió su soberanía como Estado hasta 15 años
después.

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Y es que España no reconoció la Independencia hasta 1836, e incluso en
varias ocasiones intentó recuperar sus antiguos dominios. En 1829, la
ofensiva española, a sangre y fuego se jugó su carta más arriesgada
cuando lanzó 4 mil hombres a bordo de 19 embarcaciones a la costa
cerca de Tampico.Pero las tropas monarquistas fueron derrotadas por un
militar que luego llegaría a ser Presidente y perdería territorio
mexicano ante otra potencia. Su nombre: Antonio López de Santa Anna.En
1836, la reina María Cristina, viuda de Fernando VII, en
representación de su hija Isabel II, reconoció la independencia de
México y renunció a sus bienes en el País.

Un olvidado precursor

Inspirado por las ideas de libertad y antimonárquicas de la
Ilustración francesa, un grupo de conspiradores encabezados por un
diácono, nativo de Sayula, llamado Juan Antonio Montenegro, fue
denunciado al Santo Oficio el 4 de octubre de 1793.Aunque en esos
momentos no prosperó su proceso, casi un año más tarde, Montenegro fue
llevado ante la Inquisición. Se le acusaba de tener un plan de buscar
la Independencia de la corona española y difundir ideas
antimonárquicas.
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Ese año, obtuvo la borla de doctor en Teología en la Real y Literaria
Universidad de Guadalajara. Pasó un año en prisión, abjuró de lo dicho
y luego fue confinado al colegio de la Santa Cruz en Querétaro y en la
Ciudad de México.

Murio en 1833, aunque otros biógrafos dicen que fue en 1834 y otros que en 1837.




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