Juevesexo y drogas, funcionan ?









10. COCAÍNA-

La relación entre la cocaína y el sexo es extensa, sobre todo porque la cocaína es usada como “la droga” de la vida nocturna, de los bares, discotecas, dadora de status e incluso como un tipo de chantaje sexual en ciertos círculos clandestinos. Siendo muy adictiva, la cocaína a veces puede hacer que las personas se vuelvan adictas a las personas que puedan proveer esta sustancia.

La cocaína generalmente incrementa la confianza y, un poco ilusoriamente, crea la sensación de vitalidad física y mental. Por esto el “perico” es utilizado muchas veces para ligar. Por otra parte la cocaína duerme las áreas del cuerpo donde se aplica, por lo cual a veces lleva a tener sexo duro y rudo, el estereotipo de una noche salvaje. Es fácil de llevar a la cama como un juguete sexual e inhalar líneas de cocaína de las curvas del cuerpo.

Phillp K. Dick, en A Scanner Darkly, escribió que “la cocaína hace que las mujeres quieran tener sexo, pero que los hombres no puedan hacerlo”.



Los hombres que sí consiguen una erección habiendo consumido cocaína normalmente suelen durar más, pero a veces no logran tener un orgasmo (llegando más bien a oscuras zonas de frustración o sadomasoquismo).

Uno de los peligros de tener sexo después de haber inhalado cocaína es que, si las cosas se ponen un poco fuertes, se puede sufrir un paro cardiaco: morir en los brazos de Doña Blanca.


9. CANDYFLIP (LSD/MDMA):



El candyflip, la combinación de éxtasis con ácido lisérgico es un cóctel psicodélico popularizado en los raves, entre chicos que querían tener la fuerza psicodélica del LSD y la empatía y sociabilidad del MDMA. El LSD solo puede ser dfícil de dominar para el contacto íntimo, muchas veces las personas que toman esta sustancia no quieren que las toquen y abordan trenes freak, pero al mismo tiempo sienten una gran energía, una fogosidad intensa, un eléctrico kundalini. El MDMA, antes de ser llamado éxtasis como mercadotecnia callejera, iba ser llamado “empatía”, un nombre más cercano por sus efectos sobre la serotonina y su capacidad de conectar con los sentimientos de las demás personas —lo utilizan incluso terapeutas maritales como detonador del llamado make-up sex. En esta relación el fuego lo pone el LSD y la ternura el MDMA.

La amante de Timothy Leary lo visitó en la cárcel y nos cuenta sobre el poder erótico del LSD: el pie de uno de los gurús del flowerpower debajo de la mesa buscando el vórtice del vestido, como una puerta interdimensional. Promesas de amor eterno, entre radiaciones de estrellas fugaces:

Debajo de la mesa nuestros pies se tocaban, a veces los guardias permitían este tipo de juegos. Sentí la pasión de su pie subir hacia arriba de mi vestido y destrozarme como si estuviéramos en una profusa cama juntos. El orgasmo recorrió mi cuerpo, mis ojos se contrajeron de placer, como los de un gato maullando en éxtasis. Los ojos de Tim estaban anudados a lo míos. Íbamos viajando en un rayo de luna brillando en una telaraña. No había más prisión.

El mismo Leary escribió sobre la alquimia sexual: «Los mejores resultados llegan cuando te coges a alguien que realmente amas en un viaje de ácido. Es ahí cuando el sistema nervioso está más abierto, menos condicionado y listo para recibir un nuevo implante».



El candyflip no es un combo para el sexo casual, funciona para el sexo cósmico, que busca conectarse emocional y espiritualmente, sentir el éxtasis y desdoblarse entre el tejido de estrellas que une los cuerpos. Especialmente para una pareja que acaba de conocerse pero que sabe que su conexión es mucho más anterior, tal vez desde la primera emanación de la mariposa galáctica.

Hay personas que prefieren el hippie-flip, la combinación de hongos con éxtasis, pero el LSD y el MDMA son dos sustancias químicas con un campo morfogenético más cercano, una biblioteca de información más afín. En todo caso sería más recomendable combinar el MDMA (o usar 2-CB’s) con la mescalina, sustancias más cercanas entre sí, ambas fenetilaminas y siempre parte de los mágicos anillos de benzeno.

8. MANDRÁGORA-



La mandrágora es una de las sustancias “afrodisíacas” más usadas en la historia de la humanidad, con una inextricable relación con la brujería occidental. Este narcótico es un elegante y sutil aliciente del sexo. Incluso es mencionada en la Biblia con este modus operandi. Su raíz tiene forma de pene: popularmente se decía que cuando se ahorcaba a un hombre y éste eyaculaba, ahí donde caía su semen crecía esta planta, la cual había que cortar con preparación mágica —pero es cierto que el ahorcamiento produce en el hombre una erección. En gran parte el poder de esta planta radica en su metamorfosis simbólica en un hombre, en el entendido de que su forma es un objeto mágico en la mente de quien la sabe usar. El juego es evidente: el hombre que la consume se puede convertir en dragón, manipulando su kundalini.

La mandrágora contiene scopalamina y pertenece a los alcaloides del anillo de tropano, al igual que la datura (toloache), la belladona y curiosamente también la cocaína (de nuevo la sabiduría popular: la coca es “la caspa del diablo”, el toloache es “la yerba del diablo”). Esta planta, junto con la belladona, es usada todavía en modernas ceremonias paganas (como la wica), en rituales de sexo solar o lunar.

Preferentemente se usa entre parejas que quieren tener una noche romántica, tomándose en gotas. La mandrágora llena al hombre de un aura de misteriosa potencia, un dejo entre dionisíaco y de gentleman. Se dice que las mujeres pueden tomar la mandrágora hembra y obtienen efectos equivalentes.

7. POPPERS-



Esta sustancia (nitrito de anilo), popularizada en los ’80 por la cultura gay y vendida comúnmente en las sex-shops, es un vasodilatador, por ende sirve como relajante de los músculos anales y vaginales. El uso prolongado puede hacer perder la erección, pero una aplicación precisa puede producirla atinadamente. Además, inhalada, produce una euforia instantánea y efímera, que perfectamente puede sincronizarse con el momento del orgasmo.

Algunas parejas avezadas, en vez de inhalar los poppers —entre las marcas favoritas están el Liquid Gold y el Purple Haze— dejan que la sustancia se destile lentamente creando un efecto encapsulado que rítmicamente puede empalmar con el calor de la penetración. Poppers-saunas, espasmos modulados por la pérdida de la conciencia.



El popper, una sustancia que produce un rush instántaneo, también es usado por algunos paracaidistas al momento de arrojarse al vacío o por clubbers que buscan sentir la eternidad del instante combinando sus pastillas con el popper o acaso ofrecérselas a algunas chicas junkies que andan por ahí.

6. KETAMINA-



El Special K, una sustancia controlada utilizada como anestesia para animales, es un disociativo que primero fue popularizado por el Dr. John Lily en sus experimentos en tanques de aislamiento desprogramando la biocomputadora humana, y en sus experimentos de telepatía con delfines. La ketamina se ha vuelto recientemente muy popular como un invitado subterráneo a la cama, particularmente llevado por las chicas en ciudades cosmopolitas como Londres o Buenos Aires. La keta, o k-espacial, relaja sobremanera, por lo cual puede preparar el mood para el sexo, sin embargo, también inhibe la capacidad de llevar la sangre al pene haciendo difícil sostener la erección (probablemente más que la cocaína o el MDMA, aunque hay versiones encontradas).



Por esto es mejor utilizarla durante el sexo que en un coqueteo previo y por las mujeres. La ketamina y sus característicos “k-holes” han sido relacionados con experiencias cercanas a la muerte, una disociación total, un túnel de luz u oscuridad profunda. Algunas personas sienten bajo los efectos de la ketamina que tienen poderes supernaturales, que levitan o se desdoblan de su cuerpo. Este desprendimiento astral puede suceder durante el acto sexual con una imagen característica del Libro Tibetano de los Muertos: el fantasma que se ve a sí mismo teniendo sexo antes de reencarnar. Curiosamente, Freud, repitiendo la popular expresión francesa, llamaba al orgasmo la petite mort, es éste el cariz de la relación entre la ketamina y el sexo, la implosión del momento culmen que penetra en el infinito dentro de sí mismo.

5. GHB y OXITOCINA



El gamma-hidroxibutírico (GHB) o éxtasis líquido se produce de manera natural en pequeñas cantidades en las células del sistema nervioso de todos los mamíferos. Esta sustancia, recientemente popularizada en la escena electrónica, ha sido vendida como un afrodisíaco incluso en la literatura médica, según el Dr. Laborit:

A last point should still be mentioned: the [GHB] action on Man which could be called ‘aphrodisiac.’ We cannot present any animal experiments on this subject. However, the oral form has now been sufficiently used so that, as generally agreed, no doubt can subsist as to its existence.

Aunque no sólo afrodisíaca: ingerida en exceso, esta sustancia puede ser considerada una droga de violación (“date-rape-drug”), a veces administrada secretamente en bares y discotecas por personas que tienen intenciones oscuras. Sin embargo, entre las parejas que buscan avivar sus relaciones sexuales, sin duda el GHB es una de las sustancias predilectas. Las mujeres reportan una expansión de su orgasmo; pero en dosis mayores éste se hace más difícil. Como siempre, pero en particular con el GHB, es importante saber medir la dosis.



Uno de los beneficios del GHB es que produce una sensación de desinhibición pero, a diferencia de otras, no impide el performance. Esta sustancia es utilizada mucho por bailarinas exóticas y fisicoculturistas.

Un estudio durante un brote de sífilis demostró que 61% de hombres homosexuales infectados reportaron el uso de GHB, alegando que la droga les permitía olvidar sus inhibiciones cuando tenían sexo con extraños, permitiéndoles disfrutar sin preocupaciones un gran número de parejas sexuales.

Oxitocina- La oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, es una hormona mammalia que también actúa como neurotransmisor, producida especialmente durante el parto y después del orgasmo, como una estela vinculante. En las mujeres se genera también al libar prolongadamente de sus pezones; los hombres también reciben una descarga después del sexo, pero al parecer la testosterona baja un poco los efectos.

La idea de que el amor es como una droga y una cuestión exclusivamente química, está basada en esta sustancia. Por esto algunas compañías han empezado a fabricarla, especialmente en spray y hay quienes la toman para “conectarse emocionalmente entre sí” e irradiar esta especie de loción de amor. Incluso existen fiestas temáticas donde los comensales consumen esta hormona. En realidad no son nada orgiasticas: en oposición al sexo salvaje de la cocaína-con-popper-con-viagra-con GHB-con S&M o algún otro tipo de cóctel, el sexo con oxitocina es como el vapor del post orgasmo suavemente abrazando todo el acto, un vapor de ternura armónica, el sexo de una pareja que lleva mucho tiempo junta.

El éxtasis o MDMA también estimula la oxitocina del cerebro vía los receptores de serotonina.

4.CANNABIS-



Evidentemente tenía que estar en esta lista el cannabis, la droga más usada para el “sexy time” en el planeta (sin contar el alcohol, que evidentemente no logra escalar esta lista). Sin embargo, más que la marihuana, el hachís (también el charras y mejor en chillum), por su linaje entre las paradisíacas orgías de oriente, es la sustancia que tiene una mayor relevancia como potenciador sexual. Generalmente las personas se acercan al cannabis por su cualidad sensorial, por cómo hace sentir las cosas, oír la música; el cannabis es una sustancia maleable que para mejor usarse en el sexo debe de saber llevarse.

El hachís, también llamado “chocolate”, puede ser usado como aceite para metaestimular. Los sabios fumadores de Marruecos hacen que lindas vírgenes corran desnudas por los campos de plantas de cannabis y fuman el polen que se les pega a su cuerpo. Especialmente, si se llega a conseguir un poco del mítico hash Alamut Black, la pareja estará abordando un gran trip sensorámico.



El gran mago de occidente, Aleister Crowley, prefería entre la mescalina, el opio y otras drogas, al hachís como su íntimo agente de la gran obra sexual (también gustaba hacerla per vas nefandum). Crowley veía en el sexo un concurso de las fuerzas cósmicas y en el orgasmo una especie de relámpago divino, u oración, por medio del cual podía entablar una comunicación con el mundo astral o manifestar una intención. Así describe Aleister Crowley el efecto del hachís:

Well, then, let me see whether by first exalting myself mys­tically and continuing my invocations while the drug dissolved the matrix of my diamond Soul, that diamond might not manifest limpid and sparkling, a radiance “not of the Sun, nor the Moon, nor the Stars;” and then, of course, I remembered that this ceremonial intoxication constitutes the supreme ritual of all religions.

Crowley incluso desarrolló una técnica llamada “Eroto-comatose-lucidity” (un estado de coma lúcido-erótico). Este ritual estaba basado en la estimulación sexual repetida sin llegar al orgasmo que lleva al individuo a un estado intermedio entre el sueño y la vigilia, así como la extenuación, permitiéndole al practicante comulgar con la divinidad. Para propiciar este estado eran usadas sustancias como el hachís y a veces el opio.

Cuando el hombre hace el ritual, todo el semen (o elixir) producido por un orgasmo debe de ser consumido, posiblemente a través del famoso Pastel de Luz, el secreto del horno de la Gran Bestia.



Al parecer el uso del hachís en un contexto sagrado, sexual, llegó a Occidente a través de los Templarios, que más tarde darían lugar a los Iluminati y quizás hasta a los plantíos de marihuana de George Washington. Los Templarios entraron en contacto con el club de los hashashins. El escritor creador del terrorismo poético, Hakim Bey, nos dice:

La leyenda del jardín paradisíaco de Alamut donde las huríes (las doncellas del cielo), el cáliz, vino y hashish eran disfrutados por los asesinos en carne viva, podría generarse de la memoria popular del Qiyamat. O tal vez sea literalmente verdad. Ya que para la conciencia realizada este mundo no es otro que el paraíso y sus goces y placeres son todos permitidos. El Corán describe el paraíso como un jardín. Es muy lógico para los ricos Alamut volverse el reflejo externo del estado espiritual del Qiyamat.

Ésta parece ser la clave del éxtasis sexual, el reflejo del cielo, en el placer de la creación. Los lentos y voluptuosos trances del hachís nos acercan al sueño de la divinidad en su harén.

3. FOXY-METHOXY



Esta sexy señorita avatar en pastilla (N,N-diisopropyl-5-methoxy-tryptamine) es parte de la realeza psicodélica, la familia de las triptaminas, que incluye a los psicodélicos más potentes del planeta como el 5MeO-DMT y el DMT. Esta flamante adición se ha vuelto un clásico de culto en el underground sexual que no solo busca el éxtasis del cuerpo, sino también el del espíritu y acompañar la deliciosa sensualidad de la forma física con los fractales y mandalas de las dimensiones alternas de realidad.

Uno puede ver la flor de la vida en el sexo, una orquídea galáctica llamando magnéticamente o una piel transparente de estrellas.

Así describe Rob, en Erowid, su experiencia sexual en Foxy:

Foxy me hace sentirme súper fuerte y rápido, como si fuera Bruce Lee. Una vez estaba cogiendo con Kim. Fue largo e intenso, y ella se vino por lo que parecían ser 20 minutos. Más tarde ella le comentó a una amiga ‘mi orgasmo necesitó su propio código postal’.

Bruce escribe, también en Erowid, sobre del sexo en Foxy:

Después de que finalmente lográramos levantar mi tallo de jade a su forma florida (el pene erecto), el sexo estuvo inusualmente cargado y visual. Me pude mantener justo debajo del clímax con mucha facilidad y logré sacar el instinto de una forma muy poderosa. Después del orgasmo me sentí increíblemente recargado, al contrario de mi típico estupor post-orgásmico. Brinqué de la cama y me puse a hacer la cena bailando a ritmo de la música.

El blog Raramour describía hace unos años el efecto de Foxy así: «Induce en aquel que la consume pasajes oníricos que se disfrutan con un placer infantil, recorridos de ensueño tomado de la mano de ti mismo».

Playboy planteó estas preguntas al máximo diseñador de sustancias psicodélicas que conoce la humanidad, el Papa Alexander Shulguin:

Playboy: Days after you invented foxy, you had sex on it. Was it good?

Shulguin: At low doses it greatly enhances my orgasm intensity…

Una usuaria bastante atrevida de erowid, d.m.thramm, hizo lo que parece ser el santo grial del erotismo psicodélico. Después de consumir LSD, mientras su novio la penetraba en la posición del misionero, fumó un poco de 5-MeO-DMT, el psicodélico más potente del planeta, imposible de ser usado por el hombre durante el acto sexual, ya que produce un desprendimiento que resulta seguramente en la interrupción del acto (aunque tal vez sí podría ser usado mutuamente en la posición de yabyum, en una penetración silenciosa que se adormece en el loto de la eternidad). Así describe esta aventurera psicoerótica su experiencia:


Al regresar a la realidad su novio le dijo que se había quedado como un cadáver mientras él la penetraba. Las personas que fuman 5-MeO-DMT, cuyo efecto dura pocos minutos, suelen percibir el nacimiento del universo, el Big-Bang, el Aleph en su creación/aniquilación; en la última radiación de la dimetiltriptamina el psiconauta deja de ver para ser, como Brahma, que es tanto la espada como la cabeza que corta.

2 -VIAGRA Y ÉXTASIS



Este combo prosexual se conoce en el circuito de diletantes hedonistas como “séxtasis” (sextasy) y probablemente sea el más efectivo de los cócteles, asegurando un desempeño épico en el hombre (la mujer puede intentar análogamente bremelanotide o flibanserin con MDMA, pero hasta la fecha el grial del “viagra femenino” aún no ha sido descubierto). Te contaremos un secreto: en esos afterparties con supermodelos rusas a los que nunca te invitan, la sustancia de la casa es el MDMA mezclado con el Viagra, las dos tienen el efecto secundario de ver azul, a veces un vago destello de luz azul o incluso una realidad teñida como esa diosa orgiástica de los Pitufos.

La combinación evidentemente viene de que por una parte el MDMA, el éxtasis que en realidad es empatía encapsulada, es la sustancia que con mayor facilidad permite conectar con otra persona, llamada también la droga del amor, y viajar en la textura del tacto, en el infinito del cuerpo, esta sustancia dificulta la erección. Ergo, el Viagra es necesario. El MDMA, además, retarda el momento del espasmo.

Para maratónicas jornadas de sexo, particularmente con más de una persona a la vez en mansiones con albercas y un poco más de la lúdica inmortal del dios Pan, el fauno que corretea a las princesas perdidas en el bosque con el pene erecto y su poderoso sibilante silbido.



No es necesario decir que esta combinación, en el tren del extásis galopante en el corazón, es bastante peligrosa y no son pocas las muertes que ha causado. Recientemente el novio de la modelo argentina Liz Solari (en la foto a lado del fuego) parece haber muerto después de tomar el fausto/infausto cóctel. Al menos la muerte así, es como no morir, extendiéndose en holo-olas orgásmicas. Aunque probablemente evite cruzar la onerosa puerta del guardián chacal Anubis, en el samsara iterado de la carne y la luz falsa.

Algunos de los usarios más avezados han empezado a combinar el viagra con la mefedrona, la recientemente popular droga conocida como meow meow. Dicen que la mefedrona supera al MDM o al MDA como compañera sexual. Sin embargo, este uso no es lo suficientemente extendido para poder hablar categóricamente de esta pareja tan cerca de la cima.

1.IBOGAÍNA





Esta sustancia del corazón de África es, según Terence McKenna, el único verdadero afrodisíaco que existe en el planeta. Además es un potente alucinógeno con propiedades curativas comparado a veces con la ayahuasca.

El iboga originalmente parece haber sido usado en la cacería mágica para relevar el cansancio. Algunos brujos africanos utilizan el iboga para practicar una técnica mágica que produce orgasmos a distancia, como el Merovingio en Matrix Reloaded.

Algunas personas han descrito que el iboga ayuda a concebir la sexualidad como algo totalmente natural y a expresarla de forma desenfadada, como parte de un juego cósmico. El iboga es la danza en la noche de la polaridad, las dos llamas que se llaman para fundirse en el éxtasis, como panteras que copulan bajo la luna derramando vino en su sudor, agazápandose feroz y místicamente. La planta tabernanthe además otorga a la persona que la toma un ritmo especial, el pulso del Motherland, que puede incorporar, en el caso de ser hombre, al penetrar la gran vagina cósmica y, en el caso de la mujer, al recibir el falo solar.


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