Carta a tu no presencia

Tengo tanto que decirte y las palabras se traban, se autocritican, las emociones nublan el gozo de escucharte reír, prodigarte en palabras, en vida que dulce me confías, por instantes me siento parte de tu tiempo, me acerco y te susurro amorosas frases ¡Es tan fácil enamorarse de ti!, dejarse llevar por el encantamiento de tu franqueza, luchar o dejarse fluir, dejar que germinen las semillas de este silencioso amor que exige notoriedad, ¿Qué harías ? ¿Qué pensarías si te dijera todo esto que solo me atrevo a escribir en esta carta sin remitente?

Decirte, sentirte, ser esa voz en medio de la nada, ser tu caricia, panal de fragante dulzura serte, sernos, naces en mi, cada día, creces cada noche, soy jardinera cautiva, a tus palabras adicta, háblame, dicta a mi corazón jardines henchidos de vida, díctame como un libro nuevo, no quiero mi pasado, no existo, no existí, hasta que me descubrí en tu mirada.


(Forma parte de mi intento de escribir en prosa y cultivar el estilo epistolar que tanto admiro en mi amigo Pedro Glup)

Comentarios

george dijo…
¿donde estás siempre mi querida piel? Aúnque quiero decirte palabras de amor, no vienes al encuentro, pero por esto, mi amor por ti no disminuye, al contrário, se fortaleza.
Gracias por tu carta, tus pensamientos son los mios, me hablas a mi corazón.

un abrazo
Unknown dijo…
hay veces que uno escribe, se deshoja interminablemente en un segundo, deja que sangren los silencios y los suspiros, de esta manera el otro es enterado de manera invisible de nuestro estado.

saludos
Antonio

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